miércoles, 8 de febrero de 2017

Anthony Van Leeuwenhoek una biografía inspiradora

Bienvenidos a Artesanos por la Ciencia,

Hoy  estoy que me salgo, tres entradas en el mismo día! Luego veremos si soy capaz de mantener un ritmo constante de publicación, pero hoy para estrenar damos rienda suelta a la creatividad.

Este blog, ya me venía rondando la mente hace algún tiempo, como comentaba en la primera entrada, la ciencia no es solo una cuestión de saber una ingente cantidad de "datos científicos", sino de hacerse preguntas y buscar las respuestas.

Hace algunos años... (catorce años??? OMG!) Nos recomendaron un libro en clase, "Cazadores de microbios" de Paul De Kruif, que narra las aventuras y desventuras de los primeros exploradores del mundo microscópico, el cuál no requiere embarcarse en expediciones por selvas tropicales... aunque algunos sí lo hicieron, ni haber estudiado muchísimos años en una universidad... aunque a la mayoría nos lo exigen. 

El pionero en esa cruzada hace cerca de 300 años, no era un viajero aventurero, ni siquiera un estudioso,... por no saber, no sabía Latín! de hecho no conocía otra lengua que no fuese su lengua materna, el holandés.

Anthony Van Leeuwenhoek fue el comerciante de telas que enseñó a la Real Academia de las Ciencias de Londres (la más prestigiosa de la época) que había todo un mundo plagado de seres vivos ajenos a nuestra existencia. Cuestionó, mediante solidos y minúsculos argumentos vivos, la teoría de la generación espontánea y abrió un nuevo camino al descubrimiento de la causa de las enfermedades, conociendo la causa se puede buscar la cura.

Pocos monumentos veo dedicados a este hombre por el mundo, así que yo le dedico un blog (cada uno según sus posibilidades).

Anthony, Tony, dejó los estudios muy joven, no se si porque no le gustaba estudiar, o por que su familia no tenía posibilidades económicas, o no consideraban los estudios algo en lo que invertir, así que entró de aprendiz en un taller de telas.

La inquietud del joven por hacer bien su trabajo lo llevó a fascinarse con las lupas que permitían aumentar hasta 3 veces el tamaño de las fibras de las telas, pero su obsesión fue a más, y buscó tiempo para visitar a un joyero de quién aprendió a pulir cristales y moldear metales. Después llegó su creación, el primer microscopio. Algunos de sus aparatos eran capaces de ampliar hasta 200 veces el tamaño de los objetos y no se conformó solo fibras de telas, lo observó todo.

Una vez creada la herramienta, comenzó su labor investigadora. Algunos estudiosos han criticado de él su falta de constancia, pues creaba un microscopio, montaba una muestra, la observaba y analizaba... y después creaba otro microscopio para observar y analizar otra muestra... y así, llenó una habitación entera con microscopios con sus muestras montadas. 

Alguno diría, a ver, si te pones a estudiar secciones de plantas... estudias secciones de plantas, si te pones con muestras de agua, pues agua... si te  pones con fluidos corporales, pues eso! qué falta de constancia querer abarcarlo TODO!

Tony era un genio inquieto. Le fascinaba todo lo que encontraba, pero eso de la falta de constancia... ejem, bueno, habría que verlo. Tony sí era constante y meticuloso, extremadamente concienzudo, hizo dibujos detallados de todo cuanto vio, describía todo cuanto encontraba y los pensamientos que esto le suscitaba. Lo dejaba un tiempo, pero no lo olvidaba, volvía para ver si algo cambiaba y lo volvía a estudiar como si fuera la primera vez.

Cuando estuvo bastante seguro de todo cuanto observó, escribió una carta (en holandés) y se rieron de él. Aún así, insistió, y hubo quien se bajó de la cátedra de la ignorancia y quiso ver con sus propios ojos ese mundo,... y también quedaron fascinados. 

Había que ver para creer, sólo hubo que crear el aparato para que la gente viera.

Sí a tí también te ha parecido inspiradora esta biografía déjame un comentario más abajo. ¿Hay algo que te llame la atención y provoque tu curiosidad? Pónlo y a ver si logramos pensar una forma de que tú descubras la respuesta por tus propios medios.


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